GATÓ DE ALMENDRAS MALLORQUÍN (SIN HARINA)

📷 20minutos.es

INGREDIENTES:

250 g de almendra triturada (cruda)

8 huevos

250 g de azúcar blanco

Ralladura de piel de limón

5 g de canela en polvo

(Molde 24 cm)

PREPARACIÓN:

  Precalentamos el horno a 180º, con calor arriba y abajo.

  Forramos el fondo de un molde redondo con papel de horno y también las paredes (podemos usar mantequilla para que el papel se quede pegado).

    (Si hemos comprado las almendras enteras, las trituramos en un robot de cocina hasta que quede una harina fina).

    Mezclamos la almendra triturada con la ralladura de la piel del limón (previamente lavado).

    Añadimos la canela y mezclamos bien los tres ingredientes. Reservamos.

    Separamos las claras de las yemas de los huevos (deben llevar un rato fuera del frigorífico).

    Necesitamos unas varillas eléctricas a partir de este punto.

    En un bol mezclamos las yemas con la mitad del azúcar. Batimos con las varillas eléctricas hasta que se vuelvan blanquecinas y doblen su tamaño. Este proceso puede tardar unos 4-5 minutos, pero es importante hacerlo bien para conseguir una tarta esponjosa. Las yemas blanqueadas tienen que tener una textura muy cremosa. Reservamos.

    En otro bol algo más grande empezamos a batir las claras de huevo. Cuando empiecen a blanquear vamos añadiendo el azúcar muy poco a poco y sin dejar de batir.

    Seguimos batiendo hasta conseguir un merengue consistente que forme picos y no se caiga al darle la vuelta al bol (con inclinarlo un poco es suficiente).

    Volcamos las yemas blanqueadas en el merengue y con una lengua y movimientos muy suaves y envolventes, vamos mezclando para conseguir una sola masa que no pierda su volumen.

    Poco a poco vamos incorporando la almendra aromatizada y removiendo con mucha suavidad.

    Pasamos la mezcla final al molde forrado y alisamos con la espátula para que quede uniforme.

    Horneamos entre 35-40 minutos dependiendo del tamaño del molde. Para comprobar si está hecho pinchamos con un cuchillo y cuando salga limpio, sin restos de masa, lo sacamos del horno.

    (Si vemos que la parte de arriba empieza a quemarse, cubrimos el molde con papel de aluminio).

    Dejamos templar y desmoldamos con cuidado.

    Le damos la vuelta con un plato.

    Espolvoreamos azúcar glas (con un colador) para decorar.


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